No era un domingo cualquiera de partido y Olímpia, sabedora de ello, lucía las mejores galas para la ocasión. El CE Sabadell femenino se jugaba la salvación a una última carta contra el Atlètic Vilafranca, el sexto clasificado. Nervios, tensión, sufrimiento y 90 minutos de fútbol separaban a las arlequinadas de la gloria… o la decepción.
El partido empezó de forma inmejorable para el conjunto de Àngel Codina ‘Cudi’. El alto ritmo que impusieron durante los primeros minutos encontró la recompensa en el tempranero gol de Mar Mazuecos, que remató de cabeza en el segundo palo una falta lateral. Sin embargo, poco a poco, las villafranquinas se empezaron a sentir más cómodas sobre el terreno de juego, el ritmo del partido fue decayendo progresivamente y, antes del descanso, en un contraataque, llegó el empate.
El nerviosismo se apoderó del equipo sabadellense cuando, justo antes de empezar el segundo tiempo, la árbitra del encuentro señaló un penalti más que dudoso a favor del Vilafranca. Pese a ver que el rival se ponía por delante, el CE Sabadell siguió dominando el juego y teniendo el balón y, ocho minutos mñas tarde, Lídia Rodríguez volvió a poner las tablas en el marcador tras empalmar magistralmente un balón muerto en la frontal. No obstante, la alegría sería efímera. En la siguiente jugada, el conjunto villafranquino firmó el 2-3 en el marcador. Tocaba volver a remar a contracorriente para salvar la categoría cuando faltaba tan solo media hora para el final.
Y cuando la mar estaba revuelta y la intranquilidad empezaba a hacer mella en las arlequinadas, Cudi pasó a la acción: reconfiguró el esquema a una defensa de tres, adelantó a Georgina Vila a la mediapunta y abrió el campo refrescando las bandas. «El equipo lo notó. Tuvimos mucha más pegada y mucha más llegada, más dominio del balón y muchas más ocasiones», relata el técnico arlequinado. Y fruto de la insistencia llegó la remontada. Maria Barrero, que el domingo volvía a la titularidad por primera vez después de la larga lesión, anotó el empate a 3 con un impecable lanzamiento de falta con la zurda y dio esperanza y aliento al CE Sabadell. Finalmente, a falta de cinco minutos para el pitido final, Georgina Vila, tirando de orgullo y de talento, y alentada por una Olímpia exultante, acabó enviando el balón al fondo de la red, consumando, de esta forma, el 4-3 definitivo que deja prácticamente sellada la permanencia en la categoría.
«Analizándolo fríamente, este partido ha sido un reflejo de todo el año», apunta Cudi. «Somos un equipo que tiene poco errores, pero que cuando los comete le penalizan mucho. Somos un equipo que necesita muchas ocasiones para marcar. Pero, sobre todo, somos un equipo que tira mucho de corazón y orgullo, que nunca le pierde la cara al partido y que siempre sigue peleando».
Este sábado, las arlequinadas viajarán hasta el Baix Camp para enfrentarse al CD Riudoms en la primera ronda de la Copa Catalunya, un torneo que reúne los mejores equipos de fútbol femenino del territorio catalán.