04/10/2019
“Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes” – Khalil Gibran
Si a la cita del poeta libanés, Khalil Gibran, le añadimos la tenacidad, la constancia y la pasión por aquello que a uno más le gusta, acaban sucediendo historias increíbles, como la de Víctor Cànovas.
Víctor es jugador del Juvenil B del Fútbol Base del C.E. Sabadell. Ha jugado a fútbol desde los cinco años y, con este, son seis los que lleva en el club. La semana pasada volvía a disputar un partido de fútbol después de más de dos años lesionado. Y hoy hablamos con él para que nos explique como ha vivido esta trance.
- Hola Víctor, enhorabuena por tu recuperación. Te echábamos de menos.
(Sonríe) Muchas gracias.
- Seis años desde que llegaste al Sabadell procedente del Castellar… ¿Recuerdas cuando y por qué empezaste a jugar a fútbol?
Empecé a los 5 años. Siempre estaba en el parque de debajo de mi casa jugando a fútbol, hasta que mi padre me preguntó si quería apuntarme al equipo del pueblo. Le dije que sí. Desde entonces el fútbol siempre ha sido una de las cosas más importantes de mi vida.
- Vas progresando dentro del Sabadell, te haces un hueco en el Cadete A y cuando parece que todo va bien llega tu lesión. ¿Cómo fue?
Mi lesión tiene distintos momentos, pero seguramente su inicio está en un partido contra el Cerdanyola F.C. En una acción aérea se me clavó la rodilla y, al caer, noté un fuerte dolor. Fui al médico y, después de las pruebas pertienentes, me dijeron que no me había roto los ligamentos, pero sí que los tenía inflamados. Así que hice reposo.
- Haces lo que te aconseja el médico y, al cabo de un tiempo, vuelves a los terrenos de juego.
Sí, vuelvo después de haber estado un mes y medio parado. Sin embargo, al volver a jugar mis sensaciones no eran buenas. Notava que mi rodilla no era del todo estable, hasta que en un día de lluvia, entrenando con el equipo, me volví a clavar después de realizar un centro en carrera.
- Y ahí te rompes.
Sí, ahí noté un fuerte ‘crack’ acompañado de un dolor muy intenso. Pero el equipo jugaba el MIC al cabo de pocos dias, así que volví a hacer reposo tal como había hecho la primera vez para poder llegar a tiempo para el torneo.
- ¿Por lo tanto, seguiste jugando con el ligamento roto, no?
Sí, el izquierdo. En aquel momento tampoco era consciente… solo pensaba en poder jugar el MIC. Me hacía mucha ilusión.
- ¿Y entonces llega el MIC y qué pasa?
Me rompo el ligamento de la rodilla derecha.
- ¿Cómo?
Forcé demasiado. Estuve jugando con una rodillera que me daba falsa seguridad. Al no tener bien la rodilla izquierda, acabava llevando todo mi peso al lado derecho, y eso hizo que, en una acción contra el Vic Riuprimer de los octavos de final del MIC, me clavara la rodilla derecha.
- Rodilla izquierda y rodilla derecha… Ahora sí que decidirías parar del todo, supongo.
(Vuelve a sonreír). Pues no, decidí seguir jugando. El equipo se había clasificado para las semifinales contra el F.C. Barcelona. El campo estaba lleno… necesitaba jugar ese partido. Jugué con las dos piernas vendadas, compresores y rodilleras.
- Coraje o inconsciencia?
Pues supongo que un poco de todo. La ilusión que me hacía en ese momento poder vivir unas semifinales contra el Barça en el MIC me cegaron completamente. No pensaba en nada más que no fuera jugar.
- ¿Y qué paso en el partido frente al Barça, pudiste aguantar?
No. Allí fue cuando me acabé de romper por completo.
- Vuelves al médico y te dicen que tienes los dos ligamentos rotos. Sin embargo, al estar en etapa de crecimiento, no podrán operarte hasta al cabo de un año. Lo que supone un periodo de 2 años hasta poder volver a jugar. ¿Cómo reaccionas?
Yo tenía muy claro que lo que quería era jugar a fútbol. Sabía que lo tenía muy complicado, pero al mismo tiempo también tenia claro que quería volver.
- ¿En ningún momento se te pasa por la cabeza dejarlo?
Sí, hay momentos muy complicados. En general fue una etapa muy dura. El fútbol es muy importante para mí. Llevo toda la vida jugando, y asimilar que no lo podría hacer hasta al menos dos años fue realmente complicado.
- ¿Qué o quién fue lo que te dió la fuerza necesaria para no rendirte en tu proceso de recuperación?
Mis compañeros de equipo. Seguir en el club como entrenador y ver como cada día mis amigos se interesaban por mí, por mi lesión, por cómo me sentía… me ayudo muchísimo. Ver que aún sin estar con ellos seguían teniéndome en cuenta… Si no me he rendido y hoy vuelvo a jugar a fútbol es gracias a ellos.
- Es para sentirse orgulloso, Víctor.
Sí. La familia y mi entorno cercano también me hicieron sentir muy querido, y el cub. El Sabadell me ha ayudado en todo momento. Alejandro me diseñó un plan específico para recuperarme plenamente, y la coordinación me dijo en todo momento que siempre tendrían un sitio para mí y que me esperarían con los brazos abiertos. Todo esto ha hecho más fácil mi regreso.
- ¿Cómo te sientes al volver a jugar? Son dos años sin poder hacer lo que más te gusta… Y de golpe un día te dicen que mañana jugarás. ¿Qué se te pasa por la cabeza?
Mucha ilusión. Se te pasan muchas cosas por la cabeza, pero una vez estás ahi solo piensas en la pelota y en poder hacerlo lo mejor posible para contribuir al equipo.
- Ahora que ya lo has pasado todo, ¿cómo crees que te ha podido ayudar esta lesión?
Mis lesiones me han marcado una etapa en mi vida. He hecho mi trabajo de investigación sobre este tipo de lesiones, que en gran parte se dan por no utilizar las botas adecuadas a las superficies en las que se juega.
- ¿Qué consejo darías a aquellos deportistas que, como a tú te paso hace dos años, se les diagnostica una grave lesión que les dejará durante mucho tiempo sin poder hacer aquello que más les gusta?
Que no pierdan nunca la esperanza, porque es lo peor que les puede pasar. Que se dejen ayudar por su entorno cercano tal como yo hice. Tienen que pensar que lo acabaran superando. Antes de lo que se piensen, ya estarán jugando otra vez al lado de sus amigos.
- Eres un ejemplo, Víctor, de verdad. Muchísimas gracias por compartirnos tus sensaciones de todo este largo proceso. Desde el C.E. Sabadell te deseamos todos los éxitos posibles en el futuro porque te los mereces.
